viernes, 7 de septiembre de 2018

LA CARPINTERÍA, UN HOBBY QUE DESESTRESA A UN MÉDICO.


Una familia de la parroquia Imbana del cantón Zamora, provincia de Zamora Chinchipe en sus tiempos libres se convierten en amantes de la carpintería y los resultados son realmente cautivadores. Franklin Gallo junto a su esposa, Mercy León, su hija Ariana de cuatro años y su hijo, Diego de 10 años de edad, tienen una afición particular que es la de moldear la madera, con lo que crean verdaderas obras de arte.
Por la tarde cuando Franklin, quién es médico de profesión, sale de sus labores, y llega a su casa, emprende por alrededor de dos horas, la confección minuciosa de artesanías de este material. A esta actividad la denomina el hobby familiar.
La mayoría de objetos que ha realizado y en los que destacan un carro de bomberos del año 1932, lámparas, cuadros, relojes, fruteros, descorchadores, tablas de picar, los coloca en su hogar para decorarlo. Esto dice significa también un ahorro. Aunque actualmente no produce para vender,  no descarta hacerlo si alguien está interesado en sus manualidades.
“Nos reunimos con mi esposa y mis hijos, mientras yo corto, el otro lija o  pinta y todos meten la mano para poder hacer realidad esto, aunque es muy laborioso, se puede compartir en familia”, relata Franklin, mientras explica que por lo general acabar un diseño le puede llevar hasta dos meses.
Para él construir objetos de madera también es una oportunidad para enseñar, “primero ellos (sus hijos), vienen jugando, a veces dañan las cosas, hacen un rato, se cansan, pero de todas maneras ven que sus padres llevan a cabo algo positivo”, expresa entre risas el médico.
Franklin que no es un carpintero nato, cuenta que parte de las ideas las ha obtenido  observando videos en la plataforma virtual de youtube. “El internet bien utilizado es un herramienta que ayuda al aprendizaje universal”, reflexiona.
Una de las primeras exposiciones públicas de sus diseños la realizó en Zamora en una feria ciudadana. Ahí los curiosos como Juberth Jiménez, opinaron que  los objetos “están bien elaborados”. Por último Gallo manifiesta que continuará haciendo lo que le apasiona y no descarta la posibilidad de vender en un futuro sus trabajos.  
 Arte. Camión del Cuerpo de Bomberos de 1932 junto a otras artesanías.
Madera. Gallo comenta que acabar un trabajo le lleva alrededor de tres meses.

Personaje. Franklin Gallo junto a sus creaciones en una feria ciudadana en el cantón Zamora.


lunes, 3 de septiembre de 2018

LUIS TENESACA TRANSFORMÓ UNA MONTAÑA EN UN JARDÍN.

A solo 15 minutos de la ciudad de Zamora, provincia de Zamora Chinchipe, se encuentra la finca Monay o Las Guaduas como también se la conoce.  Su creador, Luis Tenesaca, de 62 años de edad,  transformó 200 metros de montaña en un auténtico jardín natural digno de admirar.

Los pequeños bosquecillos de bambú y las plantas de anturios blanco y rosado, jacinto de agua, carboneros, palmas de seda, y rosas de diferente especie, contrastan magníficamente con el pequeño arroyo que baja de las alturas y que fue adecuado por las manos de Tenesaca, creando pequeñas cascadas para que el turista pueda divertirse.

También, junto a los senderos que en su mayoría tienen adoquín, existen desde  plantas frutales como la naranja, limón, piña, yarazo, guaba, guayaba, chonta, y frambuesas, hasta el  ancestral bijao que era utilizado por la cultura Shuar para construir el techo de sus viviendas.

Además quien se atreve a caminar por 10 minutos hacía la montaña, encontrará un árbol gigante conocido como matapalo. El grosor del tronco y su altura son dos de sus principales atributos . Se necesita al menos 8 personas para intentar abrazarlo.

A decir de, Glenda Ortiz, quien llegó a visitar la finca con sus familiares, el lugar le pareció bonito “para distraerse y relajarse”, mientras que, Viviana Narváez, oriunda de la provincia de Loja,  describió el sitio, como único “porque estas en contacto con la naturaleza”.

Convertir la finca en un atractivo turístico le llevó a Luis Tenesaca, alrededor de 20 años de arduo trabajo. La tarea la emprendió solo, pues no tiene ni esposa ni hijos.

En la actualidad cobra 50 centavos para entrar al jardín. “Antes no lo hacíamos, pero con eso nos ayudamos para el mantenimiento”, justifica el propietario, que con aire risueño cuenta que lo más duro para empezar su emprendimiento turístico, fue traer los materiales como el adoquín en acémilas desde el centro de Zamora.

Para Tenesaca, quién también desempeña el oficio de ganadero, la recompensa más grande es saber “que pudo plasmar el sueño que durante años lo tenía en su mente. Por último Luis, recomienda visitar Monay “para que caminen y se olviden de los problemas”, asegura.

Para saber:

La entrada es por el barrio Yaguarzongo del cantón Zamora. Son alrededor de 3 kilómetros de distancia. Si va en automóvil el tiempo estimado de llegada es de 15 minutos.



Monay. Los bosquesillos de bambú predominan en este luga.

Especies. La Calliandra haematocephala (Carbonero) y el Anthurium ( Anturio ) son algunas de las plantas que existen en este luga

Bosque. Luis Tenesaca, junto al árbol gigante denominado matapalo.

Tomado de: LA SECCIÓN.